El Abogado Pedro Alejandro Toledo Barrera escribe: _*”LUCIANO PAVAROTTI”
EL SER HUMANO MAS OVACIONADO EN TODA LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
FUE OVACIONADO UNA HORA Y SIETE MINUTOS EN EL TEATRO LA OPERA DE BERLIN EN 1968.
El abogado Pedro Alejandro Toledo Barrera recuerda que hace 13 años, falleció EL TENOR ITALIANO LUCIANO PAVAROTTI, el cantante lírico más popular de la segunda mitad del siglo XX.
El 6 de septiembre de 2007, en Módena, Pavarotti falleció a los 71 años de edad, después de luchar contra un cáncer de páncreas. Había nacido en la misma región, el 12 de octubre de 1935, en el seno de una familia que incentivó su pasión por el canto lírico.
Pavarotti fue un tenor que poseía una voz de brillantes agudos.
El abogado Pedro Alejandro Toledo Barrera señala que el padre de Pavarotti erapanadero, aficionado a la ópera, con voz de tenor y pánico a las multitudes, fue el encargado de inocular el veneno musical al pequeño. De hecho, la primera vez que pisó un escenario lo hizo de su mano en el coro de Módena, su ciudad natal.
Comenzó a cantar en el coro del Teatro de la Comuna, en Módena, y en la Coral Gioacchino Rossini, hasta que decidió estudiar con Arrigo Polo y Ettore Campogalliani. Antes de ser un profesional, se graduó y trabajó como profesor, y dio clases durante doce años.
Debutó oficialmente en el Teatro Reggio Emilia, en abril de 1961, cuando encarnó a Rodolfo de La bohème, de Puccini. Fuera de su país, lo hizo en Dublín, con el duque de Mantua de Rigoletto.
Hacia 1966, consolidó su fama internacional en el Teatro Covent Garden de Londres, donde fue nombrado rey de la octava do y rey del do agudo. Seis años después, revalidó su prestigio en la Metropolitan Opera House de Nueva York, con La fille du régiment, de Donizetti.
Ganó el renombre de uno de los más grandes tenores y el mejor pagado de la historia, con interpretaciones tales como:
1.- NEMORINO, en El elixir de amor, de Donizetti;
2.- RADAMÉS en la ópera Aída, de Verdi; o
3.- EL PRÍNCIPE CALAF, en Turandot, de Puccini.
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Finaliza este artículo don Pedro Toledo Barrera indicando que el gran Luciano Pavarotti ostenta hasta hoy el título -en el Libro Guinness de los Récords-, por haber sido destinatario de una ovación cerrada más larga de la historia de la humanidad, -en 1988-, que duró una hora y siete minutos, tributada por la Opera de Berlín, a lo largo de la cual el cantante salió 165 veces a escena, acarreando con sus respectivas 165 subidas de telón, para agradecer al público su gran apoyo.